El papel es uno de los pocos productos verdaderamente sostenibles en el mundo.
El papel está fabricado con fibras de madera, un material natural y renovable. A medida que los árboles crecen, absorben CO2 de la atmósfera. Por ser un producto derivado de la madera, el papel también continúa almacenando carbono durante toda su vida útil.
La industria papelera emplea programas de certificación reconocidos para garantizar que el papel consumido proviene de una fuente forestal sostenible. Los dos programas de certificación más reconocidos son Forest Stewardship Council® (FSC®) y Programme for the Endorsement of Forest Certification (PEFC).
Tanto el FSC® como el PEFC están comprometidos en lograr los mismos objetivos: certificar los bosques con estándares de gestión forestal legítimos, verificados de manera independiente y que tengan en cuenta tanto la conservación de los hábitats naturales de las plantas y animales, como el respeto a los derechos de los trabajadores forestales y las comunidades locales.
Tanto el FSC® como el PEFC operan con normas de cadena de custodia sólidas que rastrean la madera y la fibra de madera en cada proceso de la cadena de suministro, desde el bosque hasta el usuario final.
El FSC® es una organización internacional sin fines de lucro establecida en 1993, formada por múltiples partes interesadas, que se dedica a promover la gestión responsable de los bosques del mundo. El logotipo del FSC® en los papeles o en productos impresos garantiza que los productos contienen o están hechos de madera proveniente de bosques o desechos postconsumo
certificados por FSC®. Para obtener más información visite www.fsc.org
El PEFC es una organización no gubernamental independiente y sin fines de lucro fundada en 1999, que fomenta los bosques gestionados de manera sostenible a través de la certificación independiente de terceros. El logotipo del PEFC asegura a los compradores de productos de papel que la fibra de madera proviene de bosques gestionados de manera sostenible y certificados por el PEFC. Para obtener más información visite www.pefc.org
Sumado a la riqueza de su biodiversidad, los bosques son valiosos para la recreación, la regulación hídrica y la protección del suelo. Además de proporcionar madera y otros productos forestales no madereros, los bosques son importantes para mitigar el cambio climático y contribuyen al segmento de energías renovables: en un solo año, un árbol maduro absorbe aproximadamente 22 kg de CO2 de la atmósfera, liberando oxígeno a cambio.
AEMA, ecosistemas forestales europeos – Estado y Tendencias, 2016.