El proceso de reciclaje del papel comienza contigo. Una vez que se ha utilizado el papel, debe descartarse como desecho para reciclarlo. En Europa, la tasa de reciclaje del papel fue de 72,5% en 2016.
Para mantener la calidad, es importante que el papel se recolecte por separado de otros materiales. Durante el proceso de reciclaje, es necesario eliminar los contaminantes y a veces, también los residuos de pintura. La materia prima resultante puede usarse para producir papel 100% reciclado o mezclarse con fibra virgen, dependiendo de las características de calidad requeridas.
Tanto la fibra reciclada como la fibra virgen ofrecen beneficios. Como las fibras vírgenes y recicladas son parte de un sistema complejo único, es muy difícil comparar de manera segura sus atributos ambientales. En la práctica, la fibra reciclada no existiría si la fibra virgen no se cosechara, ya que la demanda de la sociedad por productos de papel y cartón no se podría satisfacer sin ambas. Para la producción de celulosa virgen es necesario plantar árboles continuamente, lo que ayuda a reducir el efecto invernadero.
Una fibra puede reciclarse varias veces, pero no indefinidamente. El reciclaje de papel necesita incorporar una cierta cantidad de fibras nuevas porque la celulosa se deteriora cada vez que se recicla. Además, diferentes tipos de papel requieren fibra virgen en su composición para lograr las propiedades técnicas adecuadas. Finalmente, a veces no hay suficiente papel reciclado de buena calidad, para satisfacer la demanda. Alrededor del 22% del papel utilizado no se puede recolectar o reciclar.