La industria de la pulpa y el papel depende del agua en tres áreas principales. En primer lugar, está el agua de lluvia, que es esencial para el crecimiento de los árboles y que, mediante la fotosíntesis, transforma el dióxido de carbono en oxígeno y celulosa. Esta última proporciona la materia prima esencial de la industria: la fibra de madera. En segundo lugar, está el agua efectivamente utilizada para producir la pulpa y el papel y, por fin, está el efluente adecuadamente tratado.
Como el agua es un recurso esencial para la industria, la mayoría de las fábricas de pulpa y papel se ubican cerca de fuentes abundantes de agua. Sin embargo, es importante reconocer que el ingreso de agua no es igual al consumo, ya que la mayor parte del agua se recircula. La industria papelera recircula en promedio el 90% de su agua reutilizándola en la fábrica, tratando adecuadamente el efluente líquido restante.
Las cuencas y humedales forestales suministran el 75% del agua dulce accesible para necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas del mundo.
Los bosques influyen en la cantidad de agua disponible, regulan los flujos de aguas superficiales y subterráneas, mantienen la mejor calidad del agua, y reducen los efectos de las inundaciones, además de prevenir la desertificación y la salinidad de las zonas áridas. También actúan como filtros naturales de agua, minimizando la erosión del suelo y reduciendo el ingreso de sedimentos en los cuerpos de agua.