El envase de papel ayuda a minimizar
el impacto medioambiental
Un envase bien diseñado, producido de forma eficiente, utilizado adecuadamente y reciclado, proporciona múltiples beneficios. Son esenciales para evitar daños en el producto y pueden ayudar a prolongar su vida útil. Ayudan a mejorar la eficacia de la cadena de suministro y proporcionan un acceso seguro y cómodo a las mercancías. El envase comunica información vital al cliente, proporcionando una gran “experiencia de unboxing” a quienes reciben regalos o artículos de lujo. Sin embargo, elegir malos materiales es perjudicial tanto para las marcas como para el planeta.
El impacto en el medio ambiente causado por los materiales desechados fabricados por el hombre ha alcanzado niveles críticos.
El envase representa una gran proporción de los residuos que, cuando se desechan por descuido, acaban en el lugar equivocado.
A medida que los consumidores son más conscientes de los problemas medioambientales y exigen al mercado actitudes responsables, se espera que haya una tendencia creciente a animar a las empresas a producir y envasar de forma más responsable.[1]
En la actualidad, es cada vez más necesario que los envases sean sostenibles durante todo su ciclo de vida. Deben incorporar el diseño circular en su concepción, utilizar materias primas de origen responsable y fabricarse mediante procesos eficientes alimentados por energías renovables.
Los envases deben ser reutilizados o reciclados siempre que sea posible, y cuando no, enviados para una eliminación más adecuada, como la incineración para la generación de energía o el compostaje.
Los individuos, las empresas, los gobiernos, los organismos públicos y las organizaciones no gubernamentales deben colaborar para encontrar soluciones innovadoras que satisfagan la creciente necesidad de envases sostenibles.
El envase de papel es parte de la solución, ya que se fabrica con fibras celulósicas de madera, un recurso renovable que procede de bosques gestionados de forma sostenible. En América Latina, toda la celulosa se obtiene de árboles cultivados especialmente para este fin y con fibras celulósicas alternativas como la caña de azúcar.
En el proceso de fabricación de papel, la participación de la bioenergía en el consumo total de energía de la industria ha aumentado significativamente. Hoy en día el sector se destaca por el amplio uso de las energías renovables.
A esto se suma el hecho de que el envase de papel, la cartulina y el cartón suelen tener una cantidad importante de fibras de celulosa recicladas en su composición, lo que garantiza un ciclo continuo y regenerativo.
De lo anterior se desprende que los envases de papel de origen sostenible también están bien alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Estamos decididos a proteger el planeta de la degradación mediante la producción y el consumo sostenibles, gestionando de manera sostenible sus recursos naturales y adoptando medidas urgentes contra el cambio climático para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales y futuras.